Muchos de los que no siguen a Jesús consideran que era un buen maestro. Muchos dicen que sus enseñanzas son buenas aunque no creen que es Dios y el Salvador del mundo.
Yo quiero seguir a Jesús con mi vida, y creo que tu también quieres seguirlo. Cuando digo que quiero ser como Jesús, también, quiero seguirlo en mi manera de enseñar.
Un buen maestro tiene el poder para transformar la vida de sus estudiantes. Tengo muchos ejemplos de buenos maestros que han impactado mi vida, y en especial puedo recordar mi maestro de ingles de la secundaria. El primer día de clase, todos nos dimos que ese maestro no era como los demás. Tenia una manera de captar nuestra atención y demostrar interés en sus estudiantes. Nunca olvidare estar en su clase y la influencia que tenia en mi vida y la de mis compañeros.
Ahora, imagínate como se sentían los discípulos cuando el Maestro les llamo a seguirlo. Jesús era un buen maestro, y podemos aprender mucho de su manera de enseñar.
Quiero compartirte algunas cosas que he aprendido de Jesús en cuanto a ser un maestro. ¿Que pasaría si Jesús fuera maestro de jóvenes?
Si Jesús fuera maestro de jóvenes:
- Usaría las objetos de la vida cotidiana – Las enseñanzas de Jesús están llenas de ejemplos de la vida cotidiana de sus estudiantes. El habla de un vecino que pide prestado un pan, una mujer que pierde una moneda, las montañas que veían todos los días, y otras cosas comunes. No hablaba solo de teoría sino de cosas que podían poner en practica.
- Compartiría experiencias contigo – Jesús no solamente se sentía en el templo todo el tiempo enseñando, sino pasaba la vida con sus estudiantes. Veía oportunidades en cada situación porque estaba con ellos la mayoría del tiempo. Casi los únicos momentos que vemos a Jesús solo son los que pasaba orando.
- Les daría oportunidades de servir – Jesús tenia un ministerio muy importante, pero sabia que era importante enseñar a sus discípulos a servir a otros. Les envió a predicar las buenas nuevas y a sanar a los enfermos. Sus discípulos sabían que tenían parte de su formación era participar en su ministerio.
- Les daría segundas oportunidades – Simón Pedro negaba que era seguidor de Jesús, Tomas dudaba la resurrección, y los otros discípulos abandonaron a Jesús en la cruz. Sin embargo, Jesús les daba una segunda oportunidad para obedecer lo que El les había enseñado.
- Les amaría incondicionalmente – Jesús era el modelo perfecto del amor. Aun cuando los discípulos eran obstinados y no entendían lo que les estaba enseñando (como muchos de los adolescentes que tenemos en nuestros grupos), los amaba y lo demostraba una y otra vez.
Cada uno de nosotros, si vamos a ser líderes como Jesús, debemos aprender como enseñar a nuestros jóvenes como el enseñaba a sus discípulos. No va a ser fácil seguir a Jesús con nuestra manera de enseñar, pero te animo a pensar en una de estas características de Jesús y buscar como ponerlo en practica esta semana.
¿Que puedes hacer esta semana para ser un maestro como Jesús? Da clic aquí para dejar un comentario.