¿Que tienen en común las siguientes cosas? Una montaña rusa. Un viaje de 8 horas en camión o carro. Una salida a jugar boliche. La respuesta te sorprenderá.

Todas estas cosas son cosas que me traen a la mente recuerdos de tiempos especiales en mi vida con personas que a lo mejor no había conocido mucho antes. Y si te dijera que crecí espiritualmente jugando boliche con unos muchachos de mi iglesia, me creerías?

En mi tiempo como pastor de jóvenes de mi iglesia en Florida, hacíamos muchas salidas. Aunque creo firmemente que el trabajo de un pastor de jóvenes no es entretener a los jóvenes (algún día te explico mas de mi punto de vista) o ser director de actividades, creo que crear “experiencias compartidas” es una gran parte de tu trabajo como líder juvenil o ministro de jóvenes.

¿Que quiero decir con la frase “experiencias compartidas”? Me refiero a las actividades que haces con alguien para que tu relación crezca y que puedan compartir cosas mas personales.

Si quieres fomentar las relaciones entre los jóvenes de la iglesia (este articulo es parte de la serie “Como Fomentar las Relaciones Entre los Jóvenes de la Iglesia“), tienes que buscar maneras de crear experiencias compartidas. Estoy hablando de experiencias para los jóvenes que a lo mejor antes solamente se habían visto el domingo en el culto. Si puedes lograr que puedan recordar pasar juntos un momento inolvidable, van a poder crecer espiritualmente mucho mas rápido que si no tienen nada en común.

Podría compartir un sin fin de historias personales que hablan de eso, pero te dejo con algunos ejemplos para que captes la idea:

Ejemplos de Experiencias Compartidas

  • Jugar un deporte juntos – recuerdo que mi pastor de jóvenes siempre me llevaba a jugar basquetbol, que fue mi deporte favorito como chavo. Esos momentos de jugar juntos, en mi opinión, hicieron mucho para que le prestara atención en las reuniones de jóvenes y cuando me daba consejo.
  • Hacer una salida como grupo – la primera actividad que hice con mi grupo de jóvenes cuando llegue como el pastor de jóvenes en mi primera iglesia fue ir a un campamento. Creo que nos unió bastante como grupo y nos dio un buen comienzo. Me dio una entrada a sus vidas y unas experiencias que nunca olvidaremos. Seguimos hablando de la experiencia a la fecha, y fuimos a ese campamento hace mas de 10 años
  • Comer juntos – creo que los primeros Cristianos sabían algo que nosotros debemos de aprender. Comían juntos, y lo compartían todo. Una experiencia inolvidable a veces es ir a un lugar a comer, aunque sea un lugar económico con comida no muy buena (no somos ricos…jaja). La idea es pasar un rato juntos. Jesús siempre estaba comiendo con la gente. Podemos aprender de su ejemplo.

La idea de “experiencias compartidas” es pensar en las actividades y ver la manera en que se pueden convertir en una manera de fomentar las relaciones. No dejes que esos momentos se te vayan sin cumplir con su propósito. Busca momentos para crear buenos recuerdos con los jóvenes. Veras los resultados en sus vidas espirituales y en la unidad de tu grupo.