[Este articulo es parte de la serie “Mi Primer Año en el Ministerio Juvenil”, que esta escribiendo Juan, pastor de jóvenes de la Iglesia Bautista Dios Es Amor en Puerto Escondido, Oaxaca. Puedes leer las otras partes de la serie: Parte 1, Parte 2, Parte 3, y Parte 4.]
Las relaciones son muy importantes en el ministerio juvenil. Pues, tenemos que lidiar con personas, ¡ojalá fueran computadoras! Pero son de carne y hueso, y eso los hace más especiales. En este articulo quiero recordarte de algunas relaciones que tenemos que mantener saludables en nuestros ministerios.
- Relación con la iglesia – Pertenecemos a una iglesia, por lo tanto, pienso que es nuestra familia, y a ellos les interesa saber acerca del ministerio juvenil, y si no, los debemos hacer interesar, habría que proporcionarles la visión del ministerio juvenil.
La iglesia debe estar informada de lo que hacemos, sobre todo en salud espiritual de los jóvenes. Y, también que necesitamos de la ayuda de ellos para poder sobrellevar las cargas que a veces tenemos. La iglesia no está separada del ministerio juvenil, al contrario es un ministerio de ella.
- El pastor principal – En mi contexto, trabajo como pastor de jóvenes, y existe también una pastora de niños, por lo tanto el pastor que dirige a la iglesia, lo denominamos de esa manera.
La relación con el pastor es prioridad fundamental, debido a qué puede apoyarnos para que las metas del ministerio se cumplan, por lo tanto debemos cultivar una relación con ellos. No es necesario que ellos asistan a nuestras reuniones porque a lo mejor están ocupados, pero podemos informarles de lo que está sucediendo en el ministerio.
Existen algunas cosas en que el pastor aprueba o desaprueba, pero son negociables, algunos programas a lo mejor no pueden funcionar por el momento, y hay que esperar, otras veces son motivaciones incorrectas que tenemos, pero de todas maneras negociemos las cosas que podemos hacer en el ministerio juvenil.
El pastor principal lo que necesita es información de lo que estamos haciendo, y metas claras de hacía dónde nos dirigimos, de tal manera que concordemos todos en la misma meta de la iglesia. También es bueno afirmar al pastor en el ministerio juvenil.
- Los líderes de jóvenes – Habría que ponerle atención a nuestro liderazgo juvenil, con ellos es fundamental llevarnos porque son nuestro equipo de trabajo. Me intereso por ellos, trato de platicar acerca de su vida, sus trabajos, sus metas, y también de cómo ellos se ven en el ministerio, y cómo podrían ayudar para desarrollar el ministerio juvenil.
Realmente debemos invertir tiempo en los líderes para que ellos lo inviertan en los jóvenes.
- Los jóvenes – El ministerio juvenil es de relaciones y punto. Es bueno programar, pero es mejor salir a jugar con un joven, y platicar de su vida. Es bueno atender los asuntos administrativos, pero es mucho mejor tomarse un cafe y escuchar a alguien que esta en problemas, y que necesita ayuda. Siempre será mejor dedicarle tiempo a los jóvenes, lo que se conoce como: Pastoreo.
- Los demás líderes juveniles – Creo que debemos aprender a abrir más horizontes, ver más allá de nuestra iglesia, y saber que hay otros líderes juveniles que necesitan el apoyo de nosotros, o bien nosotros aprender de ellos.
Busquemos a otros líderes de otras iglesias, incluso que no son de nuestra denominación, y entablemos una relación de amistad a fin de que nos unamos en una causa común: alcanzar a la juventud para Cristo.
La próxima vez hablaremos de prioridades – Lo que realmente importa en el Ministerio Juvenil…continuará.