[Esta entrada es la tercera parte de la serie escrita por Juan en que habla acerca de las cosas que esta aprendiendo en su primer año del ministerio juvenil. Lee parte 1 y parte 2.]

He escuchado, leído y visto conferencias o clases acerca de la prioridad en la familia, pero desde una perspectiva adulta, o bien, de un matrimonio. En general, recomiendan que se debe pasar tiempo con la familia, con los hijos.

Sin embargo, ¿Qué pasa cuando somos solteros? Sencillamente tenemos a nuestros padres con los que podemos pasar tiempo. A veces, siendo solteros consumimos demasiado tiempo en el ministerio juvenil, y nos sentimos “líderes” en vez de hijos.

Debemos seguir formándonos en el entorno familiar, aun cuando tengamos la mayoría de edad, o siendo independientes , debemos saber que pasar tiempo con la familia es de suma importancia, porque de ello depende nuestro desarrollo familiar en el futuro.

Si deseamos cuidar de nuestra propia familia en el futuro, debemos cuidar de la que ahora tenemos. Por ejemplo, si tenemos hermanos adolescentes, ¿Estamos desarrollando relaciones sanas con ellos? o ¿Sólo con los jóvenes de nuestra iglesia? ó ¿Qué tanto de tiempo pasamos con nuestros padres? ó ¿Pasamos más tiempo con los padres de otros jóvenes?.

Recordemos que estamos en el diseño de la familia, y cada integrante nos ayuda a crecer en sociedad. Así que, si podemos hacer algo como solteros es cuidar de nuestra familia.

Maneras prácticas de mantener una relación saludable con nuestra familia.

  • Tiempo de calidad: Puede ser media hora platicando con los padres, acerca de los asuntos reales que suceden en sus vidas, sus preocupaciones, anhelos, proyectos, etc. La mayoría de veces la madre es quién desea platicar con sus hijos. Por lo tanto, es bueno escucharla. En cuanto a los hermanos, hacer actividades juntos, como ver una película, dialogar o jugar algún deporte nos ayuda a construir relaciones perdurables.
  • Salir: Salgamos como familia, disfrutemos de los momentos únicos que ellos nos pueden proporcionar, aprendamos de ellos porque algún día seremos padres y entonces podemos recordar lo grandioso que es tener una familia.
  • Orar: Momentos de oración son los que pueden ayudar a mantener unida a nuestra familia, algunos practican el devocional familiar, otros comentan acerca de lo aprendido en el sermón del pastor (quiero creer eso, broma) pero de todas maneras no dejemos de orar juntos, no sólo en la comida, sino en tiempos específicos que podamos compartir nuestras necesidades.
  • Sentarse juntos en el templo: Depende de tu caso, pero en algunas iglesias, se ve a las familias distanciadas de lugar, y no es que estén sirviendo en esos momentos, simplemente no hay armonía. Y recordemos que los adolescentes nos observan. Así que, sería bueno que nos vieran juntos, y también platicando con otras familias. Creó que este punto es mi contexto y sigo trabajando en ello, porque hace falta fortalecer el núcleo familiar en las iglesias.

En fin, a lo mejor tendrás más ideas que compartir…puedes hacerlo sí lo deseas ya que este tema es extenso.

Recuerda: Uno puede elegir como tratar a su propia familia en el futuro.