“Estoy contigo. No temas,” le dije a mi hijo en la noche cuando se levantó porque habia tenido una pesadilla y tenia miedo de la oscuridad en su recamara. Mientras me sentaba con el, intentaba calmarle, asegurándole que conmigo estaba seguro y que no le iba a pasar nada.

No captamos bien el significado de la frase, “Estoy contigo. No temas.” Pero es una de las promesas mas grandes que nosotros tenemos de Dios, nuestro Padre.

Las promesas del Salmo 139 son muy conocidas, pero la diferencia entre conocerlas y vivirlas a veces es muy grande.

“Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.

Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.

¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?

Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.

Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar,

aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha! 11 Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas;
que la luz se haga noche en torno mío»,

ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz.

Salmo 139:5-12

La oscuridad nos llena de temor. No nos gusta vivir experiencias desconocidas. Cuando nos toca vivir una situación que nunca hemos enfrentado en la vida, tenemos que acudir a esta promesa que Dios esta a nuestro lado. Nos quiere cargar. Nos esta acompañando en medio de la oscuridad.

¿Cual es la situación oscura y desconocida que estas enfrentando esta semana o este mes?

No te olvides de una de las promesas mas básicas pero mas importantes de la Biblia.

Ni las tinieblas serían oscuras para El, y aun la noche sería clara como el día.

(Foto por michaelaw en sxc.hu)