Como ya te habrás dado cuenta, por las ultimas dos o tres semanas nos hemos estado enfocando en el mentoreo en el ministerio juvenil, y creo que la palabra “mentor” a veces nos causa conflicto porque pensamos que un mentor tiene que ser una persona perfecta.

La verdad es que los mentores no tienen que ser perfectos (gracias a Dios), y no tienen miedo de compartir tanto sus logros como sus fallas con sus seguidores. Los pastores y misioneros no somos perfectos (como si te tuviera que decírtelo). Los líderes juveniles no son perfectos. No son superheroes. De hecho, la persona que piensa que no es perfecta tiene la actitud correcta para ser un mentor. La humildad es una cualidad de un buen mentor.

Por supuesto, queremos ser ejemplos para los muchachos, pero no creemos que hemos llegado a la meta (Filipenses 3:12-14). Como dijo Julito hoy en su blog (lee todo el articulo…vale la pena):

El SEÑOR no busca superheroes o superdotados; el SEÑOR forma superheroes formando en ellos SU carácter y Su amor por la justicia y los vuelve superdotados con SU ESPIRITU SANTO y dones espirituales.

La próxima vez que te sientes como que no puedes continuar o que no eres capaz de ser líder o mentor, recuerda que Dios es el que nos forma y nos pone en la posición de impactar a los jóvenes y adolescentes.