Ser líder juvenil es un desafío constante.

No solo tienes la responsabilidad de guiar a los jóvenes en su caminar con Cristo, sino que también enfrentas tus propias luchas. Entre estas luchas, una de las más difíciles es discernir las mentiras que el enemigo intenta sembrar en tu mente.

La Biblia nos dice en Juan 8:44 que el diablo es el “padre de la mentira”, y a menudo sus tácticas son sutiles. Aquí te comparto cinco mentiras comunes que el diablo susurra a los líderes juveniles, junto con algunas verdades para contrarrestarlas.

1. No eres lo suficientemente bueno

Esta es una de las mentiras más comunes. Es esa sensación constante de que no tienes lo necesario para guiar a los jóvenes. Tal vez te comparas con otros líderes o sientes que no estás preparado.

La verdad es que nadie es perfecto, pero Dios no nos llama porque somos los mejores, sino porque Él tiene un propósito a través de nuestras vidas. 2 Corintios 12:9 dice: “Mi poder se perfecciona en la debilidad.” Lo que importa no es lo que tú puedes hacer por Dios, sino lo que Dios puede hacer a través de ti. Como Doug Fields menciona: “El ministerio no es sobre lo que tú puedes hacer por Dios, sino lo que Dios puede hacer a través de ti.”

Dios te ha llamado a este ministerio porque tiene algo único para hacer a través de ti, incluso en medio de tus debilidades.

2. Eres demasiado bueno

Aunque puede parecer contrario a la primera mentira, hay momentos en que el enemigo quiere que pienses que ya lo tienes todo bajo control. Te dice: “No necesitas mejorar. Ya has hecho suficiente.” Esta mentalidad puede llevar a la complacencia y al estancamiento.

Sin embargo, el ministerio juvenil es una maratón, no un sprint. Kara Powell advierte sobre la importancia de continuar creciendo: “El ministerio efectivo no es un sprint, es una maratón. Nunca dejamos de aprender o crecer.” Filipenses 3:12 nos recuerda que no debemos pensar que ya hemos alcanzado la meta, sino que debemos seguir adelante, esforzándonos cada día por ser mejores líderes.

Siempre hay algo nuevo que aprender, y Dios sigue obrando en tu vida y ministerio.

3. Estás solo en esto

Otra de las grandes mentiras que el enemigo usa es la de hacerte creer que estás solo, que nadie más entiende lo que estás enfrentando. Es fácil sentirte aislado cuando estás cargando con la responsabilidad de un ministerio y ves que los resultados no siempre llegan como esperabas.

Pero 1 Corintios 12:12 nos recuerda que somos parte del Cuerpo de Cristo. No estás solo. Hay otros líderes y pastores que están luchando las mismas batallas. Como Lucas Leys dice: “El liderazgo no se trata de hacer todo solo, sino de caminar juntos como equipo.” No temas buscar apoyo y rodearte de una comunidad que pueda orar y caminar contigo.

Además, no olvides que el Espíritu Santo siempre está contigo, guiándote en cada paso del camino.

4. No estás haciendo una diferencia

Esta es una mentira que suele aparecer después de una reunión en la que sientes que los jóvenes no te prestaron atención, o cuando ves pocos resultados tangibles. El enemigo quiere que creas que todo tu esfuerzo es en vano.

Gálatas 6:9 nos recuerda: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Aunque no siempre veamos los frutos inmediatos, debemos confiar en que cada palabra, cada acto de amor, está sembrando una semilla en los corazones de los jóvenes.

Jeffrey De Leon afirma: “No siempre vemos los frutos de inmediato, pero cada palabra, cada gesto de amor, cada enseñanza de la Biblia es una semilla que Dios hará crecer en su tiempo.” Mantente fiel y confía en el proceso que Dios está llevando a cabo a través de tu ministerio.

5. Dios no te respalda

Finalmente, el enemigo intentará hacerte creer que Dios no está contigo, que te ha dejado solo en la tarea. Tal vez enfrentes desafíos y te preguntes: “¿Dónde está Dios en todo esto?”

Mateo 28:20 nos da una promesa clara: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” No importa cuán difícil sea la situación o cuán solo te sientas, Dios está contigo en cada paso del camino. Mark Oestreicher también nos anima: “Nunca subestimes el poder de la presencia de Dios en tu vida.”

Dios no te ha dejado. Él está contigo, fortaleciéndote y guiándote, incluso en los momentos más oscuros.

Es importante estar alerta a las mentiras que el diablo intenta sembrar en nuestras mentes. Si hoy estás enfrentando alguna de estas mentiras, recuerda que Dios está contigo, te respalda y te ha llamado con un propósito.

Como líderes juveniles, no podemos permitir que las mentiras del enemigo nos desvíen de nuestra misión. Confía en las promesas de Dios, sigue adelante y recuerda que tu trabajo tiene un impacto eterno, incluso cuando no lo veas de inmediato.

¡Mantente firme y sigue sembrando en la vida de los jóvenes!