Como líder tienes la responsabilidad de ayudar a los jóvenes y sus familias que ya están en tu iglesia a llegar a ser como Cristo. Tienes el importante trabajo de capacitarlos para la obra y apoyar a los papás en su trabajo de discipular a sus hijos.

“El mantenimiento” o crecimiento espiritual es importante en cualquier ministerio.

Pero también tu ministerio tiene la responsabilidad de alcanzar y ministrar a la comunidad. La visión que tu tienes para esta parte del ministerio es importante. Tienes que ver la manera en que puedes llevar a los jóvenes a alcanzar a los que todavía no están en tu grupo. Es parte de la misión que Dios ha dado a la iglesia.

Y trabajar en “la misión” es importante en cualquier ministerio.

Sin embargo, si te enfocas demasiado en mantener a tu grupo, o trabajar con los que ya están dentro de tu ministerio para que crezcan en su fe, corres el riesgo de nunca salir a ministrar a la comunidad.

Por otro lado, si pones mucha atención en la visión de alcanzar a la comunidad, puedes dejar de enfocarte en los jóvenes que ya están en tu grupo––los que te ven como su líder.

Algunos dicen que debes enfocarte mas en alcanzar a los que no son parte del grupo. Dicen que el ministerio con jóvenes fuera de la iglesia es lo que debemos de estar haciendo.

Otros tienen la idea que dice que ministrar a los que tal vez te van a oponer es una perdida de tiempo y que debes enfocarte en los que están abiertos a escuchar y quieren aprender y crecer en su vida espiritual.

Desde la perspectiva Bíblica, tenemos una responsabilidad de hacer ambas cosas, que me lleva a estas preguntas:

¿Que haces para trabajar tanto en el ministerio con los jóvenes que ya están en tu iglesia como en la misión que tienes para ministrar a los jóvenes de la comunidad?

¿En cual de estos dos aspectos pones mas atención?