La semana pasada celebramos el décimo aniversario de mi libro “Corre para ganar”, una obra que ha impactado a numerosos líderes juveniles y que continúa siendo relevante en el ministerio con jóvenes en la actualidad. En este artículo, vamos a explorar diez frases poderosas extraídas del libro que sin duda te ayudarán en tu labor con los jóvenes.

1. “La vida espiritual no es una receta para hacer pasteles. Dios trabaja de manera más íntima y personal que esto.”

La idea detrás de esta frase es que Dios no utiliza un molde único para nuestra vida espiritual. Aunque la Biblia es fundamental, Él también emplea otros creyentes, diversas experiencias y la iglesia para moldear a cada individuo de forma única. Como líderes juveniles, debemos recordar que Dios obra de manera diferente en la vida de cada joven, utilizando distintas experiencias para fomentar su crecimiento y madurez espiritual.

2. “La visión del líder juvenil es ver a los jóvenes y adolescentes llegar a ser como Cristo.”

El ministerio juvenil no existe sin un propósito claro: ayudar a los jóvenes a crecer espiritualmente y a reflejar a Cristo en sus vidas. Aunque el ministerio con jóvenes puede ser desafiante, es fundamental mantener esta visión en mente. No estamos aquí solo para entretener o mantener ocupados a los jóvenes, sino para ayudarles a crecer y transformarse a imagen de Cristo.

3. “El ministerio juvenil es complicado.”

Es importante reconocer la complejidad del ministerio juvenil. Muchas veces nos enfrentamos a situaciones difíciles y a preguntas sin respuestas fáciles. Como líderes juveniles, debemos apoyarnos mutuamente y caminar juntos en este desafiante camino. Aunque pueda parecer tentador rendirse en momentos de dificultad, debemos recordar que los frutos del ministerio son valiosos y que cada obstáculo puede ser superado con perseverancia, sabiendo que contamos con el apoyo de Cristo.

4. “Las actividades son herramientas para alcanzar los propósitos de Dios para nosotros y nuestros chicos.”

En el ministerio juvenil, planificamos y realizamos diversas actividades como dinámicas, enseñanzas bíblicas, campamentos, retiros y congresos, y mucho mas. Sin embargo, es esencial recordar que estas actividades son medios para lograr nuestros propósitos en el ministerio. Nuestro objetivo principal es ayudar a los jóvenes a crecer y ser como Cristo, y las actividades son herramientas que nos ayudan a alcanzar esta meta.

5. “No hay nada que puede detener a una generación movilizada a cambiar al mundo.”

Creemos firmemente en el poder transformador del evangelio de Cristo en la vida de los jóvenes. Nada puede detener a una generación que está dispuesta a ser movilizada por el Espíritu Santo y a marcar una diferencia en el mundo. Como líderes juveniles, debemos creer en los jóvenes, empoderarlas y equiparlos para que se conviertan en agentes de cambio con el mensaje del evangelio.

6. “Los jóvenes no necesitan más actividades, necesitan más pastores.”

En un mundo donde los jóvenes a menudo carecen de mentores y guías espirituales, es fundamental que los líderes juveniles asuman el papel de pastores. Los jóvenes necesitan a alguien con quien puedan hablar, aconsejar y discipular. Nuestro enfoque no debe estar solo en mantenerlos ocupados con actividades, sino en pastorearlos y caminar con ellos, ayudándolos a comprender la relevancia de la Biblia en sus vidas y a enfrentar los desafíos de la cultura.

7. “Si quieres un ministerio que dure mucho tiempo, tienes que invertir en otros.”

Un ministerio juvenil duradero implica invertir en otros líderes. Nuestro objetivo debe ser capacitar y empoderar a jóvenes líderes para que continúen sirviendo a la juventud y a la comunidad incluso después de que nosotros ya no estemos presentes. Al invertir en otros seres humanos y desarrollar su liderazgo, aseguramos que el ministerio juvenil se mantenga y crezca a lo largo del tiempo.

8. “Si vas a ser el líder que necesita esta generación, enfócate en tu relación con Dios.”

La base de un liderazgo efectivo en el ministerio juvenil es una relación sólida con Dios. Como líderes, debemos ser seguidores comprometidos de Cristo, dedicando tiempo a leer la Biblia, orar y buscar a Dios constantemente. Solo al fortalecer nuestra propia relación con Él podremos guiar a otros jóvenes hacia una relación más profunda con el Señor.

9. “Todo lo que vale la pena requiere tiempo.”

El ministerio juvenil demanda tiempo y dedicación. Como líderes, debemos invertir suficiente tiempo para ser buenos mentores, ministrar a la vida de los jóvenes y establecer conexiones significativas con ellos. Es importante recordar que los resultados no siempre son inmediatos, pero si perseveramos con paciencia, veremos cómo Dios obra en las vidas de los jóvenes a lo largo del tiempo.

10. “El ministerio juvenil es un maratón y no una carrera de 100 metros.”

Es fundamental comprender que el ministerio juvenil no se trata de ver resultados inmediatos, sino de tener una perspectiva a largo plazo. Aunque es posible que no veamos los frutos de nuestro trabajo de inmediato, debemos ser fieles a nuestro llamado y seguir haciendo lo que Dios nos ha encomendado. Nuestro ministerio es una carrera constante y perseverante, confiando en que cada semilla plantada dará frutos en el momento adecuado.

Espero que estas palabras te hayan motivado y brindado sabiduría para tu ministerio juvenil. Recuerda que el trabajo con los jóvenes es un privilegio y una responsabilidad sagrada. ¡Sigue adelante y sé un agente de cambio en la vida de los jóvenes!