La gran comisión nos manda a hacer discípulos de todas las naciones, bautizándoles en el nombre del padre, del hijo, y del espíritu santo. También nos da la tarea de enseñarles a obedecer todo lo que les he mandado y nos asegura que tenemos la ayuda de Jesús en todo momento.
Es obvio que la enseñanza es una gran parte de nuestra tarea como lideres juveniles. Pero…una vez te has preguntado, ¿Cómo enseñar a los jóvenes?
No es suficiente enseñarles a repetir hechos sobre la Biblia. Aunque es importante saber lo que dice la Palabra de Dios, estamos enseñando para llegar a un nivel aun mas profundo. Una fe intelectual no es la única meta de nuestros ministerios.
Cuando nos ponemos a enseñar, tenemos que apuntar a tres partes de nuestros jóvenes o estudiantes. El cerebro, el corazón, y el calzado.
Te explico…
3 Avenidas de Enseñanza
Cerebro: Es la parte del intelecto. Queremos que los jóvenes tengan una fe basada en hechos. Tienen que saber que dice la Palabra de Dios. Enseñamos mucho para que haya una transferencia de información. El maestro quiere que los jóvenes aprendan algo en sus clases. Esto si, es importante y nos ayuda con los otros aspectos de la enseñanza.
Corazón: Es la parte afectiva o emotiva. Nuestro deseo es que los jóvenes amen a Dios con todo lo que son. Que experimenten la presencia de Dios en sus vidas y tengan una relación con El. Hay mucho que Dios hace en nuestras vidas que tiene que ver con nuestros sentimientos. La consolación, por ejemplo, va mas alla de simplemente “entender” o “saber” que Dios esta con nosotros en momentos difíciles. Tiene que ver con sentir su presencia y depender de El.
Calzado: Es la parte de acción o servicio. La enseñanza tiene que motivarnos a hacer algo. La fe en Jesucristo nos mueve, nos obliga a hacer algo en el mundo. La motivación a hacer algo para el bien de otros también es parte de nuestra enseñanza. No podemos mantenernos callados cuando Dios nos ha tocado.
Es importante que los líderes juveniles y los maestros de jóvenes busquen ensenar con estas tres avenidas en mente. No es suficiente transferir información. Tampoco es suficiente simplemente “tener una linda experiencia” o hacer obras en vano. Es importante que caminemos por estas tres avenidas, entendiendo las grandes verdades de la Biblia, conociendo mas a Cristo, y haciendo lo que nos toca en Su Reino.