Uno de los temores mas grandes de los padres cristianos es que sus hijos van a abandonar la fe. Una amiga mía me contó esta semana que su hijo de 20 años declaró que es ateo después de mucho tiempo en la iglesia.

¿Cual debería ser su reacción? ¿O la mía como líder de jóvenes? ¿Como ayudamos en estas situaciones?

No tengo todas las respuestas, pero mis reacciones tienen que ver con estos principios que creo que nos pueden ayudar en situaciones como estas.

  1. Dios es grande y puede defenderse – cuando alguien dice que es ateo, los cristianos nos ponemos a la ofensiva como si tuviéramos que defender a Dios y comprobar que existe. Dios se puede defender, y muchas veces cuando tratamos de debatir a un joven en esta situación, salimos sin muchos resultados positivos. Es mejor no buscar defender a Dios y simplemente buscar entender por que el joven ha cambiado tanto.
  2. Nuestro deseo es apoyar a la familia – recuerda que no es solamente el joven quien esta afectado en esta situación. También sus padres están pasando por dificultades, probablemente preguntándose por que esta pasando esto. Busquemos apoyar a toda la familia en esto. Es probable que Dios este usando esta situación para hacer crecer tanto a los padres como al hijo.
  3. Es natural que dude su fe – muchos no entienden que es natural dudar su fe, y que muchas veces el crecimiento viene de la lucha de entender si sus creencias son propias o heredadas. Los jóvenes en esta etapa de vida están buscando entender el mundo y formar su propia cosmovisión. No podemos esperar que simplemente sigan la fe de sus padres. De hecho…esta etapa de dudas puede resultar en algo mejor…
  4. Puede resultar en algo mucho mejor – alguien que ha luchado con su propia fe tiende a llegar a una fe mucha mas solida que alguien que nada mas cree lo que sus papás o iglesia le diga. Queremos enseñar a los jóvenes a pensar y creer lo que la Biblia dice, y no solamente seguir lo que nosotros les decimos. Estamos haciendo discípulos de Cristo y no de nuestros propios pensamientos.

Que los jóvenes piensen y evalúen lo que la Biblia dice. Estoy seguro que Cristo se pueda demostrar en sus vidas de una manera poderosa. Nuestro trabajo es venir al lado de ellos y sus padres durante este tiempo de preguntas y ayudarles a buscar las respuestas en los mejores lugares.