Estamos en la temporada de ensaladas y ejercicio. En una encuesta que se hizo en EEUU, dos de los cinco propósitos mas comunes de año nuevo tienen que ver con bajar de peso y mejorar salud.

Hace unos años fui a comer con un amigo y me di cuenta que todos estaban pidiendo ensalada. Le pregunté si lo había notado, y me contestó, “Por supuesto todos piden ensalada, es enero.”

Enero es para empezar de nuevo. En cuanto a la salud, esto significa hacer ejercicio y comer saludable.

La Biblia habla del tema. Vemos en 1 Timoteo 4:8 que el ejercicio físico trae algún provecho. Es algo que debemos tomar en serio.

Ser saludable normalmente tiene que ver con hacer ejercicio y alimentarse bien. Fisicamente debemos pensar en estas cosas y cambiar nuestros hábitos.

La salud espiritual también es de mucha importancia. La segunda parte del versículo dice que la piedad es útil para todo.

Hay hábitos que también ayudan con la salud espiritual. Tienen que ver con alimentarse y hacer ejercicio.

Alimentarse bien: el alimento espiritual es lo que lees en la Biblia, lo que escuchas de otros, y generalmente tu conocimiento de Dios.

Hacer ejercicio: hay demasiados cristianos en la iglesia que no demuestran la fe que profesan los domingos. Si hemos de ser saludables espiritualmente debemos ser guiados por el Espíritu, viviendo por fe. Este es el ejercicio que podemos hacer para mantenernos en forma.

Saber y obedecer la Palabra de Dios es un buen propósito de año nuevo.

En vez de solamente pensar en ser saludable físicamente o bajar de peso, seria bueno pensar en nuestra salud espiritual, alimentándonos bien en lo que Dios quiere enseñarnos y haciendo el ejercicio espiritual, poniéndolo en practica cada día.