Cuando nos toca una posición de liderazgo en la iglesia o en cualquier otro lugar, se nos hace fácil recibir el reconocimiento que viene con el título. A veces caemos en el pecado de pensar que somos más importante que los demás.

El privilegio de ser líder nos puede llevar a una enfermedad de que Jesús hablaba en Marcos 10:42-45.

Así que Jesús los llamó y les dijo: —Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

En este pasaje, Jesús nos da una gran enseñanza sobre el liderazgo cristiano.

  • Nuestro liderazgo es distinto: Pero entre ustedes no debe ser así. Cuando Jesús menciona a los otros líderes del mundo, Él hace una distinción. Los que pertenecemos a Su Reino somos diferentes. Tenemos un paradigma diferente. Nuestra manera de ser es distinto. No somos de este mundo y no seguimos el patrón de este mundo.] ¿Es diferente tu estilo de liderazgo?

  • Nuestro liderazgo viene del servicio: El que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor. La gran diferencia en nuestro liderazgo es que tiene su enfoque en el servicio. Los líderes cristianos buscan ayudar a otros y no a ellos mismos. De hecho, el liderazgo cristiano solo existe para servir a los demás. Los grandes líderes en el Reino de Dios son los que se han hecho esclavos de todos. ¿Cómo sirves a los demás?

  • Nuestro liderazgo tiene un modelo: Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir. Jesús vino a servir y nos pone el ejemplo de como un verdadero líder actúa en servicio en todo lo que hace. ¿Cuánto conoces al modelo?

Hay muchos libros que hablan del tema de liderazgo, y muchos contienen buena información. Sin embargo, ninguno te va a servir si no te acuerdas de la primera regla de grandes líderes cristianos: el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor.