Este artículo fue escrito por Edgar Miranda, pastor de jóvenes, y colaborador en el Centro de Ministerio Juvenil del Seminario Teológico Bautista Mexicano. Se dedica al entrenamiento de líderes juveniles en América Latina.

Sí. Los adolescentes necesitan (y buscan) la Iglesia de Dios, no la nuestra. Entonces, ¿cómo podemos cambiar la imagen que los adolescentes tienen acerca de nosotros? ¿Cómo podemos ser realmente la Iglesia de Dios que ellos necesitan?

En el Centro del Ministerio Juvenil tenemos una frase que resume nuestra metodología para ministrar y alcanzar a la juventud, y que creo que nos ayuda más a ser la iglesia que ellos necesitan: “Conocer la Cultura, para Usar la Cultura, y Alcanzar la Cultura”.

  1. Conocer su Cultura. Si somos honestos, debemos reconocer que creemos conocer a los adolescentes, pero en realidad no es así. De hecho, en muchas ocasiones nuestras creencias acerca de ellos y su cultura no son más que nuestros prejuicios personales. La gran mayoría los considera rebeldes, o en el mejor de los casos, inmaduros. Claro que existe un porcentaje de estas cosas en ellos, pero definirlos o etiquetarlos a todos de esta manera es poco sabio. Debemos esforzarnos, entonces, por conocerlos como realmente son.
  2. ¿Cómo logramos esto? Estudiando su cultura. Por ejemplo, puedes “consultar” lo que dicen las revistas que ellos leen, los videos que ven, la música que escuchan, las películas que están de moda, las redes sociales que frecuentan, etc. Esto no quiere decir que deba gustarte lo que a ellos les gusta; simplemente es una manera en que podrás llegar a conocerlos mejor, y comprender por qué piensan como piensan, o sus actitudes particulares. Es una manera de reconocer el terreno que estás pisando.

  3. Usar su cultura. Lo primero a considerar aquí es que no todo lo que está en su cultura puede ser utilizado. La cultura, cualquiera que sea, muestra los efectos de la degradación espiritual del ser humano. Sin embargo, aún así existen elementos que podemos usar a favor del evangelio, como por ejemplo los códigos de conducta y aprendizaje que cada grupo social tiene. Hay quienes comprenderán mejor las verdades eternas a través de aquello que comprenden mejor, como el uso de la tecnología, el deporte, la música o la repostería (te sorprenderías de cuánto puedes usarla para evangelizar o pastorear). El objetivo aquí es ofrecer las mismas verdades eternas que bíblicamente deben ser enseñadas, pero en su “lenguaje”, no en el nuestro (quienes ya comprendemos más acerca de la cultura bíblica y cristiana).

    ¿De qué maneras puedes usar su cultura? Una vez que conoces la cultura, puedes compararla con los principios bíblicos. Por ejemplo, observa lo que pasa en los deportes, con algún equipo o atleta en específico… ¿habrá algo qué puedas enseñar a través de sus experiencias sobre el valor del esfuerzo, de la constancia, o de la honestidad que Dios nos pide? ¿Qué ocurriría si enseñaras esto a un grupo de jóvenes al que le encantan los deportes? ¿Cuál sería su percepción sobre las verdades bíblicas? Ahora traslada este proceso a cualquier otra área de su interés. Esto es Usar la Cultura.

  4. Alcanzar su cultura. El evangelismo y pastoreo a los adolescentes no ocurre sólo con desearlo. No basta con creer que lo estamos haciendo sólo porque colocamos más luces en nuestra reunión, usamos música movida, o compartimos versículos bíblicos en Facebook. Debemos ser decididos en nuestros planes para alcanzarlos y ministrarlos, lo cual es nuestro objetivo primordial como iglesia. Y esto es mucho más fácil cuando los conocemos y usamos lo que es bueno dentro de su cultura.

    ¿Cómo podemos Alcanzarlos? Acercándonos a ellos. No debemos creer que por el simple hecho de ser la iglesia de Dios, los adolescentes correrán a nuestras reuniones buscando nuestra ayuda. Nadie lo hace. No creamos entonces que hacemos evangelismo sólo por el hecho de invitarlos a nuestra congregación.

  5. Debemos ser más como lo hacía la iglesia de Hechos: teniendo favor con todo el pueblo (adolescentes y sus familias, en nuestro caso específico). Usando lo que sabemos y podemos utilizar de ellos sin comprometer los principios bíblicos, podemos organizar eventos juveniles, armar equipos de evangelismo “culturalmente relevantes”, crear reuniones enfocadas en su crecimiento y madurez espiritual (no en nuestros calendarios), para ministrar EN su cultura, no sólo en la congregación.

    Esto mostrará nuestro deseo y decisión de Alcanzarlos para Cristo. Esto les dirá a ellos que realmente nos interesan (y que a Jesús les interesa), y nos ayudará a ser la iglesia que ellos necesitan.

    Me gustaría recibir tus comentarios acerca de esto.

    Dios te bendiga, y te ayude a ser el líder que los adolescentes y jóvenes necesitan.

 

 

(Foto por Aleks9 en flickr)