Este artículo fue escrito por Juan Román Jacinto, pastor de jóvenes de la Primera Iglesia Bautista Dios es Amor en Puerto Escondido, México. Si te interesa aportar un artículo, recurso, o reflexión, hay mas información en la pagina de contribuciones.

Recientemente abrimos un departamento más del Ministerio Juvenil quienes lo integran los preadolescentes de 12 a 15 años. Realmente pretendía abrir este ministerio desde hace un par de años, pero aún no se daba la oportunidad porque habría que tener platicas con el ministerio infantil sobre los que tenían de 12 a 13 años ya que estaban aun con los niños pero con cambios hacía la adolescencia, y en nuestro ministerio juvenil asistían por veces los de 14 y 15 años, digo por veces porque no se sentían cómodos, o no podían generar opiniones como los adolescentes ya experimentados en una clase bíblica.

Sin embargo, sucedió que en una sesión de negocios de nuestra denominación (Bautista) se comenzaron a negociar estás edades (12 y 13 años) por las características que ellos presentaban; de ya no poder estar con los niños pero tampoco con los jóvenes, así que tomé las riendas del asunto e incorporarlos a nuestro nuevo ministerio denominado “H2O start” de preadolescentes de 12 a 15 años (nuestro ministerio juvenil se llama H2O).

Para ello, ya había equipado a líderes para trabajar en las diferentes edades el Ministerio Juvenil, lo que tienen los líderes es energía, innovación, destreza, se pueden relacionar con los preadolescentes, pero se necesita de aliados y son los padres quienes pueden acompañarnos a un rendimiento mayor.

En el trabajo con los preadolescentes es necesario conseguir el apoyo de los padres porque son ellos quienes tienen la oportunidad de comunicar el evangelio a sus hijos, y en el caso de que asistan preadolescentes sin algún hogar cristiano nos encargamos de presentarles a Jesús e integrarlo a la iglesia. Los Padres son factores claves para que el preadolescente pueda madurar, y para ello hay que ayudar a los padres en cuestiones de conocimiento de la cultura del preadolescente, también impulsar a los padres asistir a conferencias o talleres que la iglesia ofrece sobre la familia.

Desde mi campo de trabajo felicito y motivo a los padres para que se sigan interesando en sus preadolescentes y que ellos son agentes de la exposición del evangelio y la madurez espiritual de sus hijos, y nosotros como líderes los facilitadores de programas que puedan ayudar a los preadolescentes a madurar espiritualmente.

Hace unas semanas prediqué sobre un pasaje bíblico relacionado con la responsabilidad de los padres y la responsabilidad de los discípulos que trabajan en el área de la preadolescencia. A continuación te dejo lo que Mateo relata para que medites y le hagas preguntas al pasaje, y comiences a sacar tus propias conclusiones.

Mateo 19.13-15

Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.

Si quieres saber más sobre el trabajo con estas edades y sus padres deja tus comentarios y preguntas para saber en qué te podemos ayudar.

También, si tienes algún consejo para ayudarme con el trabajo con los ‘pre-adolescentes,’ dejalo abajo en los comentarios. Me gustaría saber de ti.