Este articulo fue escrito por Nelson Joel Bonilla, pastor de jóvenes en la Iglesia Templo Restauración en el Distrito de Dolega, Provincia de Chiriquí, en el país de Panamá. Ha sido líder de jóvenes por más de 4 años. Puedes comunicarte con Nelson en twitter: @njoelb o en www.templorestauracion.org.

Proverbios 18:21 dice, “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de su frutos.” La lengua siendo un miembro tan pequeño tiene un poder increíble, a tal punto que la Biblia nos dice que la “muerte y la vida” están en poder de ella.

En Santiago 3: 9-10 nos dice: “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.”

Las palabras que hable nuestra lengua marcarán el éxito o fracaso de nuestros Ministerios Juveniles. Esas palabras darán muerte o vida a lo hagamos, darán frutos o no a nuestras actividades o eventos. (comparte en twitter)

Cuántas veces hemos dicho: ¡Ese joven es imposible que cambie!

¡El ministerio de jóvenes nunca va a crecer!

¡no, que va, esa actividad no va a funcionar!

¡Esto no va para ningún lado!

Estas y muchas otras frases a menudo salen de nuestras bocas como líderes, la pregunta que debemos hacer sería: ¿Estas palabras están dando vida a mi ministerio? o ¿están produciendo muerte en los jóvenes?

Cuando un joven está triste, enfermo, con grandes dificultades, ¿Qué sale de nuestra boca hacia ese joven? ¿Un consejo de parte de Dios?¿palabras de ánimo? o ¿un regaño o “te lo dije”?

Analicemos como líderes lo que está saliendo por nuestras bocas. Que lo que digamos del ministerio y de nuestro jóvenes siempre sean palabras de bien y de bendición; palabras que produzcan ánimo y esperanza en la vida de cada joven que asiste a las reuniones y cultos.

La Biblia nos manda que nuestras palabras sean siempre con gracia y sazonadas con sal (Colosenses 4:6). Hablemos a nuestros jóvenes con amor y misericordia, no con enojo y condenación.