Tengo tres hijos. Uno de 7, otro de 4, y otro de 2. Están en diferentes niveles de crecimiento y madurez, pero a veces se me olvida que la bebe no tiene 7 años y espero que sea como su hermano mayor. Algún día lo será, pero todavía no ha llegado a su nivel de madurez.

El desanimo y la frustración con los jóvenes y adolescentes pasa a los líderes juveniles que no entienden un principio muy sencillo: Todos los jóvenes están en diferentes niveles de madurez espiritual.

El proceso del discipulado esta lleno de éxitos y fracasos.

Queremos pensar que la madurez espiritual es así:

Pero la verdad es que es mas así:

La frustración llega a nuestros ministerios cuando nuestras expectativas acerca de la madurez de uno de los muchachos son mas altas del nivel donde realmente se encuentra; cuando pensamos que todo debería ser fácil para el; cuando creemos que seguir a Jesús es un camino fácil y bonito; y cuando pensamos que el proceso de la transformación a la imagen de Cristo es igual para todos.

Expectativas de Todo el Mundo

Desafortunadamente, no solamente estamos lidiando con nuestras expectativas para los jóvenes. Sus papás, el pastor, el liderazgo de la iglesia, y básicamente todo el mundo espera ver resultados y crecimiento increíble en la vida de los jóvenes de la iglesia.

Nuestra Meta

Por supuesto, la meta es impulsar a los jóvenes hacia la madurez espiritual, y algún día serán como Cristo. Queremos ver progreso en esta vida (tanto en nuestras vidas como en las de los jóvenes), pero esperar que ya hayan llegado a la perfección solo nos lleva al desanimo y a pensar que Dios no esta haciendo nada en ellos.

Tu trabajo es ayudar a los jóvenes a llegar a la perfección en Cristo, pero no te sorprendas si la perfección tarda mas tiempo de lo que se esperaba. La santificación es un proceso, y nuestro ministerio es caminar con los jóvenes durante los momentos de crecimiento y las situaciones difíciles de la vida.

Queremos ser como Pablo, proclamando a Cristo, “aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos a todos perfectos en él” (Colosenses 1:28). Tenemos mucho trabajo que hacer. No te desanimes.