Este articulo fue escrito por Daury Nova, el director de Dinamismo Juvenil y esta publicado aquí con su autorización (vease nuestra política del uso).
Esta Mañana al despertar luego de hacer los arreglos de lugar me senté en mi laptop a revisar las noticias del día vía web.
Fue para mi asombro encontrar en la sección curiosidades de una de las páginas que habitualmente leo, ver como publicaban un artículo referente a que en Nueva York ahora venden dulces con forma de Marihuana.
El ver esto me puso a pensar y me llevó a recopilar mentalmente una serie de cosas que dieron como resultado este articulo.
Es muy fácil para nosotros criticar la vida actual, la falta de moralidad y conciencia que se vive a tan altos niveles que resulta sobre-alarmante.
Es fácil para la generación pasada decir que el mundo esta podrido y que estamos comiendo de El.
Pero nuestro mundo no esta podrido sino infectado. ¿De qué?
Los padres comenzaron a enseñar a sus hijos el valor del dinero y todo estaba bien hasta que esa enseñanza sobre pasó la de los valores éticos, ahora vemos jóvenes que hacen lo que sea para conseguir dinero (prostitución, narcotráfico, robo, asesinato, plagio).
La sociedad les inculcó a las mujeres lo importante de estar hermosas, y todo marchaba bien hasta que se dejo de infundir la moral y discreción, ahora vemos mujeres sin identidad en nuestras calles, que parecen una copia de una revista, remplazando el pudor por lo que ahora llaman buen gusto, vendiendo su imagen por el precio que ponga el mercado y no las cualidades que ofrecen.
La educación nos inculcó lo importante de ser preparados académicamente y tener una buena profesión, pero alguien olvidó incluir la integridad a estas bonitas palabras. Como resultado nuestras escuelas y universidades estan llenas de estudiantes mediocres y de pocos conocimiento, y nos llenamos los ojos echándole la culpa a que si aquel gobierno da o no da lo suficiente. La verdad es algo necesario pero no lo esencial, por que el dinero nunca podrá enseñarle a un joven a no hacer trampas en sus exámenes, ni a un universitario a no pagar por pasar sus materias. El dinero jamás podrá enseñarle a un niño el valor de la lectura o lo importante de desarrollar sus propios conocimientos y no un simple “Copy / Paste”.
Los niños vieron en sus padres pasión y entrega el uno por el otro, pero al parecer no vieron amor en ningún estante de la casa mucho menos en los corazones de su padres. Cambiamos el significado de algo tan sagrado y se redujo a un término tan común que ahora cualquiera puede decir “YO TE AMO” acarreando, matrimonios sin base, embarazos prematuros, relaciones hirientes. Se borró el concepto clásico de familia nuclear y se extendió el de familia mixta. Ahora tenemos niños viviendo con abuelos por que sus padres son unos descuidados, o sobrinos viviendo con sus Tíos por que según ellos en sus casas no los entienden. Hay madres en casa de sus hermanos por que su marido no le da lo que ella necesita. ¿Dónde quedaron los votos del altar?
La política es otro termino que cambio de significado, pasando de ser la ciencia que busca el bien común a la que se ocupa de procurar la colecta de bienes. Si es cierto que la corrupción esta a la orden del día, pero nosotros tenemos que ver en eso, cuando dejamos de pensar en soluciones y comenzamos a pensar en recompensas y nos conformamos solo con estar mejor que antes y dejamos como un sueño el alguna ves estar bien. ¿Es acaso que la conformidad nos esta matando? Ó ¿Es que acaso estamos tan acostumbrados a vivir en la basura que hasta usamos zapatos hechos de cartón?
Una parte de la comunidad religiosa, dejó de ser un ente de enseñanza y guía espiritual para convertirse en un programa semanal de variedades para entretenerse o en un programa de superación personal del tipo “Olvide todo en 30 días.” Hay aquellas que se lucran con el don de la motivación que poseen. Ya pocas se levantan contra las necesidades de la sociedad y son menos las que hacen frente.
Así hay mas de uno que todavía se levanta y dice que estamos viviendo en un mundo con una generación podrida, pero olvidamos que alguien la infectó, y continuamos el ciclo cuando aún en la actualidad nadie toma carta en el asunto.
Bien dijo Sócrates una vez.
“No critiquen a la juventud, mas bien; pregúntense que hemos sembrado en su interior para que estén dando estos frutos”