Ayudame! Oigo esta frase todos los días. Como padre de tres hijos nunca siento que no me necesitan. Mis hijos siempre me están pidiendo ayuda. Me hace sentir bien porque me gusta ayudarles cuando necesitan ayuda.

Creo que a todos nos gusta ayudar a otros cuando podemos. Pero hay cosas en que no puedo ayudar a mis hijos. No soy todopoderoso (aunque ellos piensan que si), y no tengo todos los recursos necesarios para poder ayudarles aunque me gustaría. Tu tampoco puedes ayudar en todo. No tienes esta capacidad. Aunque quisieras ayudarles a todos con todo, no puedes.

En Salmo 121, los peregrinos dicen, A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor.

Nuestra ayuda esta semana proviene del Señor. Los peregrinos sabían mucho acerca de su Señor y nos dicen algunas características de El.

  • Es el creador del cielo y de la tierra (2)
  • Jamás duerme el que te cuida (3)
  • Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.

Nada te hará daño. Ni el sol ni la luna. Ni las personas a las que no les caes bien. Nada en el día o en la noche te pasará. El Señor sabe todo lo que te va a pasar hoy y en esta semana. Si enfrentas cosas difíciles y obstáculos enormes, El quiere que levantes tus ojos a las montañas y que sepas que tu ayuda proviene de El…el poderoso creador del cielo y la tierra es el cuidador de tu vida.