Hay algo sobre Disney World. Es un lugar mágico. Tuve la oportunidad de llevar a mis hijos a Disney hace unos meses, y la verdad es que fue una experiencia fantástica.

Siendo de Florida, he visitado muchas veces a Disney World, pero esta fue la primera vez que he ido con niños. Nos gustó mucho nuestro tiempo de visitar a Mickey Mouse y Donald Duck y algo muy interesante pasó cuando nos fuimos del parque…

Nos quedábamos con muchas ganas de regresar. Es un fenómeno que me gusta llamar “la fiebre de Disney.” A todos mis amigos que han llevado a sus hijos a Disney les pasa lo mismo. A pesar de que tan cansado estas después de cargar a los niños y caminar tantos kilómetros, y a pesar de la cantidad de dinero que gastas, cuando visitas a Disney, sales con el deseo de regresar pronto.

Hay muchos factores que contribuyen al deseo de regresar a un lugar tan especial como Disney World. Cada experiencia en Disney es una experiencia de calidad. Todos estan felices. La gente que trabaja allí trata de hacerte sentir en casa y te saluda con una sonrisa. Es una experiencia increíble.

Yo quisiera que existiera algo como “La Fiebre de Disney” en todos los que asisten a mi grupo de jóvenes o de mi iglesia. Quiero saludar a todos con una sonrisa. Quiero darles una experiencia de calidad. Quiero tratarlos bien. Y quiero que todos salgan de las reuniones con el deseo de regresar pronto.

Quiero que hagan planes para regresar y estar con nosotros de nuevo inmediatamente después de salir. Quiero que tengan el deseo de escuchar la platica otra vez o el deseo de convivir con nosotros o el deseo de participar en lo que hacemos.

Dios, danos la sabiduría para ser iglesias y grupos de jóvenes de calidad que puedan crear el deseo de regresar en los que nos visitan.


Esta entrada fue escrita por Dennis Poulette, director del Centro de Ministerio Juvenil del Seminario Teológico Bautista Mexicano. Es el director de Ministerio Juvenil Internacional en América Latina.