Casi llega el día en que oficialmente celebramos a las madres. Es un día de alegría, regalos, flores, y por supuesto serenatas. Cada madre ocupa un lugar especial en el corazón de su hijo, y este hecho es muy significante para nuestros ministerios juveniles.

Un informe del Instituto Mexicano de la Juventud reporte que,

“Sin duda, para los jóvenes la figura materna es símbolo de seguridad y respaldo cuando se enfrentan a diversas situaciones que les producen estrés y la preocupación. La manera en que cada uno resuelve varia de acuerdo a las circunstancias.

Por ejemplo, cuando se trata de un problema con alguien dentro de la familia, el 34% acude a la madre y solo un 13% acude al padre o a los hermanos. En caso de necesitar un consejo, la madre continua posicionada en primer lugar, solo que ahora con una cifra de 42%, los amigos alcanzan 22% y el padre continua con 13%.

Cuando los problemas son en la escuela, 21% de los jóvenes acude a ambos padres y solo un 12% a los amigos. Por ultimo, cuando el problema es que no se tiene dinero, el porcentaje de jóvenes que acude al padre aumenta a 20%, sin embargo, la madre vuelve a encontrarse por arriba con 29%.

Esto demuestra que los jóvenes mexicanos se encuentran fuertemente ligados al núcleo familiar, pero que dentro de éste, la madre ocupa un lugar privilegiado que puede influir de manera crucial en las decisiones de los jóvenes.

(Perspectiva de la Juventud en Mexico (PDF))

Para los que ministramos a esos jóvenes, la influencia de la madre en las vidas de nuestros jóvenes es algo que tenemos que tomar en cuenta a la hora de ministrarles.

Nuestros jóvenes siempre tomaran decisiones pensando en como le afectaría a sus madres. Les piden consejo especialmente a sus madres. La madre tiene la influencia mas grande en la vida del joven. La madre influye mas que los amigos, mas que el padre, y especialmente mas que nosotros.

Sabiendo esto, creo que es sumamente importante trabajar con el ministerio de las mujeres de nuestras iglesias. Tenemos que apoyar a estos ministerios con todo lo que podemos. Lo que las madres aprenden en sus retiros, desayunos, etc, va a influir a nuestros jóvenes. Dale el valor que merece al ministerio de “hermanas” de la iglesia. Es un elemento vital y un aliado crucial para el ministerio juvenil.