Dos de las personas que mas me han impactado con sus vidas son los padres de mi mejor amigo, especialmente su papá. No solo era el papá de mi mejor amigo en la secundaria y la preparatoria, sino fue también mi maestro de matemáticas y mi entrenador de basquetbol y fútbol.

Los conozco desde hace mucho tiempo y recientemente tuve el privilegio de verlos de nuevo. Siguen siendo un buen ejemplo para mi, y ahora también para mis hijos.

Las características que veo en este matrimonio son características de como ser buenos padres, y una de las características que me han mostrado una y otra vez es la de la disciplina. La disciplina es algo que me cuesta trabajo hacer tanto como lider juvenil como profesor del Seminario (y a veces como padre), pero es algo que cada uno de nosotros necesitamos ensenar a los que nos siguen.

El papá de mi amigo siempre nos enseñaba acerca de la obediencia y la disciplina, y aunque fue duro con nosotros, sabíamos que lo hacia por nuestro bien.

Los mentores también tenemos que entender que la disciplina es importante para nuestros jóvenes. La Biblia nos ensena que Dios disciplina a los que ama (Proverbios 3:12), y debemos ensenar a nuestros jóvenes que la disciplina es algo que nos lleva al exito.

Ser un mentor a veces implica que tenemos disciplinar a los que nos siguen. Implica que nuestra enseñanza incluye la disciplina. A veces nos preocupamos tanto por ser aceptados por nuestros adolescentes y jóvenes que se nos olvida que una de las características de un buen mentor es saber disciplinar.

No te olvides que Dios te ha llamado a enseñar la disciplina a tus jóvenes. Te lo agradecerían. Tal vez no lo harían mañana o en el momento de la disciplina, pero en el futuro, entenderán que fue por su beneficio y crecerán conociendo mas acerca de Dios y su plan para sus vidas.