No recuerdo ningún estudio que me dio mi pastor de jóvenes. Pero lo recuerdo muy bien a él y su ministerio. Se hizo mi amigo cuando yo estaba pasando por momentos muy difíciles en mi vida. Mis padres se estaban divorciando, y él me ayudaba y me ministraba durante estos problemas familiares. Me ensenó mucho, pero no recuerdo los estudios que daba en la reunión de jóvenes ni las predicaciones del domingo.

Recuerdo que me llevaba a jugar basquetbol; me llamaba; me visitaba en la casa; pasaba tiempo conmigo sin predicarme o decirme como me debía sentir. Era un buen ejemplo para mi, y no pretendía tener todas las respuestas, pero me escuchaba siempre.

Hasta el dia de hoy, estoy agradecido por su inversión en mi vida. No dudo que Dios lo puso en mi camino para ayudarme a llegar a ser el hombre que ahora soy, y he notado que no soy el único que piensa asi. En su pagina de Facebook, siempre hay comentarios, agradeciéndole por el tiempo que pasaba con alguno de nosotros y el impacto que tenia en nuestras vidas.

Aprendi mucho de él, y ahora como pastor de jóvenes puedo poner en practica las siguientes lecciones:

  1. Tu presencia cuenta como ministerio, aunque a veces no sabes que decir.
  2. El tiempo que pasas con un joven o adolescente vale tanto como los estudios que les enseñas en la reunión de jóvenes.
  3. Tu ejemplo e integridad como amigo, esposo, hijo, etc, hace que las personas te den el respeto necesario en tu ministerio.
  4. Lo que haces con “los mas pequeños” puede hacer un gran impacto en su vida.
  5. Tienes que hacer que todos se sientan como el mas importante en tu ministerio, pero invertir tu tiempo en todos.

Espero ser un mentor como mi pastor de jóvenes era para mi. Se que Dios quiere que nosotros seamos lideres juveniles como mi amigo y ejemplo. ¿Que estas haciendo para invertir tu vida en la vida de otros?