En un mundo que se mueve rápidamente y una vida eclesiástica cada vez más exigente. Se vuelve muy importante alimentarse ministerialmente con las palabras de JESÚS. Él conoce nuestras cargas, sueños, retos, problemas, sentimientos, objetivos, necesidades y sobre todo nuestro corazón. Como siervos de DIOS estamos llamados a buscar alimento bíblico-ministerial y sobre todo a formar nuestro carácter como obreros ministeriales.

El ministerio proporciona gran cantidad de bendiciones, pero sobre todo otorga una gran dosis de presión emocional. JESUCRISTO conoce las exigencias ministeriales por las que pasan sus siervos. Veamos juntos algunas palabras para los corazones ávidos de combustible bíblico.

  1. Buscar en Intimidad a DIOS – Mateo 6:33

    “Mas buscad primeramente el reino de DIOS y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

  2. Confiar en su provisión – Mateo 6:31-32

    “No os afanéis, pues diciendo: ¿Qué comeremos , o qué beberemos, o qué vestiremos? Por que los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.

  3. Negarnos a nosotros mismos – Mateo 10:38-39

    “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mi, no es digno de mi. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mi, la hallará”.

  4. No temer – Mateo 8:26

    “El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza”.

  5. Cuidar a sus siervos – Mateo 10:40-42

    “EL que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mi, recibe al que me envio. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”.

  6. Andar en discernimiento – Mateo 7:15-20

    “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Asé que por sus frutos los conoceréis”.

  7. Velad nuestro servicio – Mateo 10:16

    “He aquí, yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”.


Este articulo fue escrito por Juan Francisco Sánchez Gutiérrez, misionero, licenciado en Teología, y un gran amigo del Centro de Ministerio Juvenil.
(Imagen por Fabbriciuse en flickr)