Vivimos en un mundo de “exprés.” Queremos que todo pase en un instante. Queremos ver resultados inmediatos. Tenemos comida corrida, palomitas de microondas listas en 3 minutos, café soluble, y muchas cosas mas. El otro día vi un letrero que decía “Divorcio exprés – 30 días.”

Ya nos hemos acostumbrado a vivir una vida rápida y a esperar resultados inmediatos. Pero, el ministerio no es así. Especialmente el ministerio con jóvenes y adolescentes.

No existe el ministerio juvenil “express.” No hay una receta secreta para hacer crecer tu ministerio en 30, 60, o 90 días. No hay un formula para impulsar el crecimiento espiritual en la vida de los jóvenes de tu iglesia.

De hecho, creo que lo opuesto es verdad. Ha sido mi experiencia que un ministerio juvenil efectivo se tarda mucho tiempo en desarrollarse. Los resultados se ven después de años de servicio y esfuerzo.

Un día en un taller, me dijeron que algunos de los que trabajaban con jóvenes ya querían rendirse porque no veían un compromiso de parte de los jóvenes. Habían estado con ellos 6 meses y no respondían. Tuve que explicarles el principio del ministerio que estoy mencionando hoy: No ver resultados inmediatos en el ministerio con jóvenes no significa que no te estén escuchando y viendo. De vez en cuando recibo cartas de agradecimiento de muchachos que estaban en mi grupo hace 10 años. Hay resultados. Pero no son inmediatos.

No te rindas. Sigue adelante. El ministerio juvenil es un maratón, no una carrera de 40 metros.

(imagen de maratón por darkmatter)