Ponemos mucha énfasis en los programas. Enfocamos mucha de la energía que tenemos como iglesia en las reuniones, los campamentos, retiros, cultos, actividades especiales, y las otras cosas que nos mantienen ocupados. Los programas no son malos, pero pueden ser malos si se convierten en nuestro enfoque. También pueden ser malos cuando ponemos demasiado énfasis en “el propósito” del programa y no en las personas que estarán involucradas en la actividad.

Hay muchas razones por las cuales hacemos esto, pero creo que una de las principales es que podemos media “el éxito” de un programa. Una inversión en la gente es mucho has difícil medir, pero es una inversión que hace una diferencia.

Hay algunas cosas que podemos hacer para enfocarnos has en las personas que en los programas.

  • Saluda a todos. Recuerdo pasar por la universidad como un hombre con una misión. Tenia trabajo que hacer. Necesitaba llegar a clase. Comía rápido antes de llegar a mi trabajo de 35 horas a la semana mientras estudiaba para graduarme con una licenciatura en 3 años. Estaba enfocado, pero perdía muchas experiencias. No tenia tiempo para una de las cosas mas valiosas de ir a la universidad: Las amistades. Claro, tenia amigos, pero no tantos como podía haber tenido si hubiera saludado a mas gente.

    A veces, ahora en ministerio, me tengo que esforzar mucho para tomar el tiempo de conocer a la gente. Es fácil pensar en todas las cosas que tengo que hacer y no invertir en las personas.

  • Valora la opinión de todos. Si un muchacho te da una mala idea, no le hace una mala persona. Aunque a veces actuamos como si fuera lo hiciera. Las opiniones de todos no siempre son buenas, pero si toma el tiempo para darmela, necesito valorar a la persona y su opinión. Su opinión es importante porque todos son importantes. Tenemos que aprender esta lección si vamos a enfocarnos en las personas en vez de los programas.
  • Pasa tiempo con las personas en un contexto informal. Algunas de las oportunidades de ministerio mas valiosas suceden fuera del contexto formal del ministerio. No todo el ministerio pasa en una reunión. Busca maneras de salir del templo y ministrar a los jóvenes.
  • Se espontáneo. No todo tiene que ser programado. Mucho del mejor ministerio sucede cuando no esta planeado. Si estas enfocado demasiado en los programas, pensaras que todos los detalles tienen que ser perfectos. Aunque la programación es importante, y tienes que pensar en los detalles, esta bien hacer las cosas espontáneas. Puedes enfocarte en la gente sin preocuparte por los detalles del programa.

¿Cuales son tus sugerencias para enfocarnos en la gente y no tanto en los programas?