Sin la guía de Dios, nuestros programas juveniles son inútiles. Como Henry Blackaby comenta en su libro, Mi Experiencia con Dios, “Dios está siempre obrando alrededor de nosotros.”

Nuestro trabajo es buscarlo, determinar que es lo que Él está haciendo en la vida de nuestros adolescentes y jóvenes, y planear programas apropiados. Debemos desarrollar una vida de oración poderosa que nos conecta a la dirección, visión, carga y planes de Dios.

E. M. Bounds lo dijo mejor en su libro de 1907, “El Poder Mediante la Oración”…

Somos constantemente estirados, si no nos estiramos para ver nuevos métodos, planes y organizaciones para avanzar en la iglesia y en la seguridad del engrandecimiento y eficacia del evangelio. La tendencia de nuestros días es perder de vista a la persona en el plan u organización. La iglesia es un método de Dios. La iglesia está buscando mejores métodos, Dios está buscando mejor gente.

Lo que necesita la iglesia en nuestros días no es más y mejor maquinaria, no es nuevas organizaciones o métodos novedosos, sino gente a quien el Espíritu Santo pueda usar – gente de oración. El Espíritu Santo no fluye a través de métodos pero sí a través de gente. No viene en maquinaria pero sí en la gente. Dios no unge planes sino gente- gente de oración.

Que no se nos olvide que el poder de nuestros ministerios viene de Dios. El alcance que tendra nuestros ministerios viene del poder que encontramos de rodillas.

¿Cuánto oras por los jóvenes de tu iglesia y comunidad? ¿Por qué no tomas un momento ahora mismo para orar por ellos?