En el post que escribi la semana pasada, hable de las 3 avenidas de la enseñanza. En ese articulo, explico que la enseñanza Biblica tiene que ver con el cerebro, el corazón, y el calzado.

Muchos de nosotros enseñamos pensando simplemente en la transferencia de información de nuestro cerebro a los de nuestros estudiantes. Pero tenemos que tocar sus corazones también y motivarlos a tomar acción.

Después de escribir el articulo, David Mendoza me pregunto en Facebook como lograr la segunda y la tercera. Es una excelente pregunta, y hoy quisiera dar tres consejos para ayudar a los jóvenes a entender la Biblia con sus corazones y sus acciones.

  1. Proveer modelos: Si vamos a lograr que los jovenes amen a Dios, tenemos que modelar una vida dedicada a El. No podemos simplemente decirles que amen a Jesus sin amarlo primero. La iglesia tiene que demostrar nuestro amor por Dios con nuestras actitudes y acciones, y nuestros jóvenes tienen que ver a familias que realmente amen a Dios con todo su corazón.
  2. Proveer herramientas: Cuando hablamos de leer la Biblia y orar cada dia, estamos hablando de disciplinas cristianas que se han observado durante siglos para ayudar al cristiano a experimentar un cambio de corazón. Estas disciplinas nos ponen en una mejor posición para experimentar a Dios, pero, a veces, puede ser difícil comenzar a practicarlas.

    No es fácil hacer que leer la Biblia y orar sea un habito en la vida de un joven, especialmente en la cultura en la que vivimos hoy. Pero cuando les damos herramientas a los jóvenes para que puedan empezar a pasar tiempo con Dios, ellos experimentan Su presencia y pueden oír Su voz en medio del ruido de la cultura. Enseñemos a nuestros jóvenes a practicar las disciplinas cristianas para que puedan amar a Dios con sus corazones. Puedes darles un diario, un devocional, o alguna otra herramienta para que empiecen a practicar las disciplinas cristianas.
  3. Proveer experiencias: La mayoria de las personas hoy en dia no sirven a Dios por que no pueden bloquear las distracciones que vienen de la vida cotidiana. Nuestro trabajo como líderes juveniles es ayudar a los jóvenes a observar las necesidades que hay alrededor de ellos para que puedan hacer algo al respeto.

    La compasión, muchas veces, viene de experiencias que alguien mas ha creado para nosotros. Dar a los jóvenes una oportunidad de servir a los demás (un viaje misionero, un proyecto de servicio, etc), toca sus corazones de una manera especial y les da una experiencia importante en el desarrollo de su vida espiritual.

Estas son mis sugerencias y las maneras que he observado que podemos hacer que la enseñanza Bíblica llegue al corazón de los jóvenes.

¿Cuales son tus sugerencias?

(Foto por Marina Carvalho)