La diferencia entre un inexperto y un profesional está en sus hábitos. – Steven Pressfield (Da clic para compartir en twitter)


A mi hijo le gusta mucho jugar béisbol conmigo. Quiere batear todos los días, y con cada día mejora su técnica y hace mejor contacto con la pelota. Si practicara todos los días se convertiría en un buen jugador y tendrá buenos hábitos para batear mejor.

Nosotros somos la suma de lo que hacemos cada día. Nuestros hábitos nos forman y moldean a ser quienes somos. Si queremos ser buenos líderes hay hábitos que tenemos que formar. Hoy te dejo cuatro.

Cuatro Hábitos de los Buenos Líderes de Jóvenes

  1. Cultivan su propia relación con Dios: no podemos guiar a los jóvenes a la madurez espiritual si no estamos madurando personalmente. Tu tiempo con Diós te ayuda a conocerlo y ser mejor persona, y ser una mejor persona te ayuda a ser un mejor líder de jóvenes.
  2. Se conectan con sus jóvenes: las buenas relaciones nos dan las oportunidades de ministrar. Forma el hábito de buscar a tus jóvenes y conectarte con ellos entre semana.
  3. Se comunican con los papás: los buenos líderes de jóvenes entienden que los papás de sus chicos juegan un papel muy importante en la formación espiritual de sus hijos y en el éxito del ministerio juvenil. La buena comunicación entre el líder y los papás es esencial para un buen liderazgo juvenil.
  4. Cuidar su salud: el descanso y el ejercicio son clave para la vida del líder. Si no Tomás el tiempo para cuidar tu salud, no podrás ministrar por mucho tiempo. Cuídate y busca tiempo para descansar.

Estos hábitos son importantes para cualquier líder de jóvenes que quiere ser eficaz en su trabajo. Busca formar buenos hábitos. Como dijo Aristóteles, “Buenos hábitos formado en la juventud hacen toda la diferencia.”