A primera vista esta frase tiene mucho sentido… ¡Y LO TIENE! la Biblia nos muestra en su conjunto uno de los principios mas grande de todos: “después de Dios, las personas son lo mas importante que existe sobre el planeta” (Mateo 22:36-40; Marcos 12:28-31).

Decía que a primera vista lo es, porque tristemente, tengo que decirlo, en estos tiempo es raro ver esta actitud de vida en nuestras iglesias, yo he caído en esta trampa tan terrible: “Amar a las actividades y usar a las personas.” El Ministerio Juvenil puede ser un caldo de cultivo muy favorable para que crezca este pecado. No quiero que se me malinterprete el Ministerio Juvenil es ¡MARAVILLOSO! No encuentro otra palabra para describirlo (aunque difícil e ingrato también pudieran describirlo, ja).

Pero hay un peligro constante en líderes, ministros o pastores de jóvenes, el cual es pecar al usar a los chavos y chavas para usarlos para hacer el “ministerio”. Es súper tentador el amar a las actividades, y ¿Cómo no? Pues si hay algo común con el trabajo con adolescentes y jóvenes es el dinamismo y lo espectacular de los programas juveniles: cantos, juegos, dinámicas, congresos, conciertos, salidas, viajes misioneros, idas al cine, boliche, “veladas de oración” (hasta el momento no he ido a alguna en donde hayamos en verdad orado toda la noche), sketches, etc. Por lo que es un ambiente muy oportuno para el protagonismo.

Creo que todos los que ministramos a la juventud hemos tenido esta tentación: ser admirados y elogiados, mucha gente nos ve y eso en verdad puede llegar a sentirse muy bien. El problema con todo esto (aparte del evidente pecado de vanidad y autogloria) es que de repente es tal nuestro afán en que las cosas salgan perfectas y sin errores (si somos honestos muchas veces puedes ser para que nosotros brillemos antes que Dios) que acabamos maltratando y manoseando a la novia de Cristo.

¿Alguna vez te has puesto tan enojado y estresado en tu evento, que gritas a todo mundo, que pones el ambiente tan tenso que todo mundo lo nota (incluso los que el Señor quiere alcanzar), a mi si me ha pasado y sabes ES PECADO. Dios esta mas interesado en tu relación con El que lo perfecto de tu evento. El nunca te preguntaría si estuviese en su presencia ¿Qué tan bien te ajustaste a los horarios? ¿Qué tan perfecto se oyó el sonido? ¿Cuántos chavos vinieron a tu evento?, El esta interesado en tu corazón, en tu obediencia, en tu amor a El y a su gente.

OJO, No estoy diciendo que debemos ser unos miserables mediocres al fin que “es para Dios” al realizar nuestras actividades, por lo contrario Dios merece SOLO LO MEJOR, lo más excelente y creo que también es pecado ser irresponsables en la planeación, organización, dirección y evaluación de las mismas, pero no debemos de poner nuestro corazón en los programas y en las actividades (Lucas 12:34).

La verdad es que solo son herramientas para alcanzar los propósitos de Dios para nosotros y nuestros chavos, eso es todo. Los conciertos, obras de teatro, campamentos, reuniones de jóvenes etc., son cuestiones secundarias para lograr la verdadera meta de nuestro ministerio: LA MADUREZ ESPIRITUAL. Esto es lo que nos debe motivar al hacer cualquier cosa en nuestra vida y ministerio: ser como Cristo. La meta suprema del ministerio juvenil es glorificar a Dios y la meta específica es fomentar la madurez espiritual en nuestros adolescentes y jóvenes. Cuando tu entiendes esto ya estas ministrando. Tus adolescentes y jóvenes (también tu y tus voluntarios) son lo más importantes de tu ministerio, solo por debajo de Dios.

Nunca mas cometas el pecado de amar las actividades por encima de tus chavos, Cristo no murio por conciertos; Jesús no derramó su poderosa sangre por campamentos perfectos. Dios no entrego a su único Hijo por excelentes reuniones o cultos de jóvenes. El lo hizo por todos aquellos que van a estas actividades y por los que las organizan. EL MURIO POR PERSONAS como tu y como yo. Que nunca se nos olvide…

(imagen por Jose Miguel M.P. en flickr)


Este articulo fue escrito por Huberto Pérez Bravo, pastor de jóvenes de la Iglesia Cristiana Renovación en México y Profesor de ministerio juvenil del Seminario Teológico Bautista Mexicano en Lomas Verdes, México.