La calidad de una iglesia depende de un liderazgo bíblico. Por lo que ante tantas distracciones que enfrentamos aquellos que servimos a DIOS; es determinante que nos equipemos de elementos bíblicos para el servicio a la congregación de DIOS.

La vida del profeta Natán, en lo personal es de gran impacto a mi vida ministerial. Y quiero compartirles algunos ingredientes para un liderazgo Bíblico. Se puede encontrar la historia de Natan en 2 Samuel 12:1-14 (da clic para leer el pasaje).

  1. Primer Ingrediente: Obediencia a DIOS (12:1)

    Sin obediencia de nuestra parte; no habra manifestación de DIOS, en lo que respecta a la transformación de los caracteres de nuestros discípulos. La Biblia nos ofrece principios de liderazgo. Los cuales vienen a confrontar algunos conceptos del mundo. Y no olvidemos que la Biblia es autosuficiente en materia de liderazgo.

  2. Segundo Ingrediente: Creatividad en la transmisión del mensaje de DIOS (12:2-6)

    En el desarrollo del sistema educativo mexicano, se involucraron hijos de DIOS (Lancasterianos, Moisés y Aaron Saenz, William Cameron Townsend, entre otros) para transmitir e implantar sistemas pedagógicos a fin de dar eficiencia a la forma de transmitir la educación al pueblo mexicano. Logrando dar una identidad pedagógica al sistema educativo mexicano. Además haciendo de la enseñanza nacional un modelo educativo. El pueblo cristiano era una referencia en la forma de transmitir la educación. Cito tal dato para transmitir el sentir de enseñar el mensaje de DIOS; sin comprometer el “fondo” pero utilizando la “forma” para hacer de la enseñanza bíblica… “ríos de agua viva”. Es triste que nuestros discípulos se diviertan más en una película que en una clase,.. con trascendencia eterna. Debemos ser expertos en la enseñanza y no solo en el conocimiento.

  3. Tercer Ingrediente: Autoridad Bíblica para formar vidas (12:7)

    Natan no dependió de su conocimiento, sino de su relación (intimidad con DIOS) para confrontar al Rey David. Natan sabia que su autoridad no dependía de un nombramiento sino de un llamamiento de DIOS a su vida. El profeta sabía escuchar la voz de DIOS. ¿Sabemos escuchar la voz DIOS?

  4. Cuarto Ingrediente: Argumento Bíblico para enseñar (12:7-14)

    La enseñanza (teología) de Natan, no fue teórica sino practica. Es decir no se basó en lo que había escuchado de DIOS en la vida de otros; sino en lo que había aprendido en la intimidad con DIOS. La mejor Teología que podemos enseñar, es la que hemos experimentado en nuestro caminar con DIOS.

    El transmitir el mensaje de DIOS a su Iglesia, es una gran responsabilidad. Estamos formando vidas para la eternidad. La Iglesia no irá más allá; que lo lejos que pueda llegar su cuerpo de lideres en su relación con DIOS.

  5. Quinto Ingrediente: Habilidad Bíblica para formar vidas (12:1-5)

    Natan estaba consiente de que era su responsabilidad velar por el bienestar espiritual y moral de David. Natan no era pasivo. Cabe señalar que “Un líder pasivo es una herramienta para el mal” (JFSG). Los maestros están constantemente bombardeados con conceptos de liderazgo ajenos al corazón de DIOS. “Una mente no renovada con la Biblia, es una incubadora de maldad” (JFSG). Por lo que debemos transformar nuestros paradigmas de liderazgo, conforme al corazón de DIOS Romanos 12:2. Requerimos transformar nuestra mente, en materia de liderazgo.

Algo que caracterizaba al profeta Natan, era la calidad de su liderazgo. Reflexionemos que la calidad de la Iglesia en cuanto a su fructividad (capacidad de dar fruto), esta condicionada a la relación con DIOS de cada uno de los lideres-maestros de la congregación. Todo esto tendrá impacto en la cantidad de frutos de la congregación y lo más impactante de todo..en la continuidad de la Iglesia (tiempo de vida la Iglesia).

No olvidemos que la forma de bendecir al pueblo de DIOS es invirtiendo en nuestros corazones como formadores de vidas (maestros-lideres).


Este articulo fue escrito por Juan Francisco Sánchez Gutiérrez, misionero, licenciado en Teología, y un gran amigo del Centro de Ministerio Juvenil.